Un proceso terapéutico es un viaje de aprendizaje, que al hacerse en un lugar seguro, permite la co-creación de nuevas posibilidades.
La crianza es un reto para todos, con la Disciplina Positiva encontré una forma práctica de acompañar desde el respeto y la amabilidad, sin perder la firmeza y los límites.
El programa de Disciplina Positiva promueve la conexión y el sentido de pertenencia en cualquier relación, disminuyendo los malos entendidos y aumentando la colaboración.
Los talleres de crecimiento personal permiten vivenciar el conocimiento e integrarlo de manera práctica en la vida cotidiana.